El Olympiastadion de Berlín fue testigo de la hazaña española de, no solamente conseguir el título de Campeón de esta edición de la Eurocopa, sino de hacerlo ganando todo sus partidos, sin necesidad del alargue o de los tiros desde el punto penal. En sus últimos tres partidos, los españoles dieron cuenta de Alemania, Francia e Inglaterra, todos estos tradicionales potencias del fútbol europeo. El resultado final, ante todas estas selecciones, fue de 2-1 en tiempo regular.